Las autoridades sanitarias advierten que el arte y la cultura benefician seriamente su salud.
En estos tiempos de cuarentena obligada por la pandemia de coronavirus, recurrir a las artes se convierte en una evidencia para muchos, que buscan eventos culturales en línea o directamente se dedican a actividades artísticas para matar el aburrimiento, la ansiedad, o simplemente para expresarse.
El arte, la música, la pintura o la danza benefician la salud: escuchar música ayuda a controla el nivel de glucosa en la sangre, hacer música mejora el sistema inmunitario y la gestión del estrés, bailar proporciona beneficios en todo el cuerpo y la mente y la pintura o la escultura ayudan en los estados depresivos.
Lo dice la Organización Mundial de la Salud que por primera vez ha realizado un estudio a gran escala sobre los lazos entre el arte y la salud y el bienestar y por primera vez llama a los Gobiernos y autoridades a aplicar políticas que mejoren la colaboración entre los sectores sanitario y artístico.
La oficina regional para Europa ha analizado 900 publicaciones científicas de todo el mundo y la principal conclusión es que involucrarse en el arte, ya sea bailar, cantar o acudir a museos y conciertos ofrece una dimensión añadida a cómo podemos mejorar nuestra salud física y mental» según Piroska Östlin, directora regional de la OMS para Europa.
«Los ejemplos citados en este innovador informe de la OMS muestran las maneras en que las artes pueden abordar problemas de salud insidiosos o complejos como la diabetes, la obesidad y la mala salud mental. Consideran la salud y el bienestar en un contexto social y comunitario más amplio, y ofrecen soluciones que hasta ahora la práctica médica común no ha podido abordar con eficacia», explica la doctora Östlin.
El informe destaca que las artes pueden tener un papel crucial en el bienestar desde el nacimiento hasta la muerte. «Los niños a los que los padres les leen historias antes de dormir tienen un tiempo de sueño más largo y mejor concentración en la escuela». También se destacan los beneficios del teatro en adolescentes o los efectos de la música en la salud mental y la demencia.
La OMS también apoya los descubrimientos recientes sobre el papel de la música y la creatividad como un suplemento en tratamientos severos, que incluso puede potenciar los efectos positivos.
Las experiencias como las de la organización Payasos Sin Fronteras también demuestran los beneficios del arte en situaciones de emergencia.
El informe destaca que algunas intervenciones artísticas no sólo producen buenos resultados, sino que también pueden ser más rentables que los tratamientos biomédicos más comunes.
En el informe se examinan los beneficios para la salud (mediante la participación activa o pasiva) en cinco amplias categorías de artes: artes escénicas (música, danza, canto, teatro, cine); artes visuales (artesanía, diseño, pintura, fotografía); literatura (escritura, lectura, asistencia a festivales literarios); cultura (visitas a museos, galerías, conciertos, teatro); y artes en línea (animaciones, artes digitales, etc.).
No son nuevos descubrimientos, de hecho disciplinas como la musicoterapia se desarrollan cada vez más y el uso del arte para paliar la dureza de los tratamientos más difíciles como la quimioterapia está relativamente extendido.
Uno de los ejemplos más avanzados es la organización Música en Vena, que realiza intervenciones en hospitales españoles.
En el informe se dan hasta ocho ejemplos de organizaciones que ya están aplicando esta filosofía con música, danza o pintura.
Primer informe de esta magnitud a nivel mundial
Lo que marca un hito es que la Organización Mundial de la Salud se haya concentrado en el papel del arte en la salud y el bienestar de forma global y a esta escala, con casi un millar de publicaciones científicas, y que llamen a las autoridades a tomarse muy en serio la inclusión del arte en el sistema sanitario.
Los autores del informe concluyen que se han encontrado pruebas sobre «una amplia variedad de enfoques y metodologías» sobre el valor potencial de las artes para contribuir a los determinantes básicos de la salud; desempeñar un papel crítico en la promoción de la salud; ayudar a prevenir la aparición de enfermedades mentales y el deterioro físico relacionado con la edad; apoyar el tratamiento o la gestión de las enfermedades mentales, las enfermedades no transmisibles y los trastornos neurológicos; y ayudar en la atención de enfermedades agudas y al final de la vida.
Llama a los países más atrasados -como Colombia (la nota es mía), en la exploración del arte como apoyo para la salud a dar un impulso a estas prácticas y a todos los miembros de la OMS a considerar el desarrollo de estrategias y políticas a largo plazo que mejoren la colaboración entre el arte y el sector de la salud que «hagan realidad las posibilidades que ofrecen las artes para mejorar la salud en el mundo» lo cual sería un «beneficio mutuo de las artes y de la asistencia sanitaria y social a escala internacional».